Punción seca
Una de las técnicas de fisioterapia que se usan para tratar los puntos gatillo es la punción seca.
Cómo es la técnica de la punción seca
Para realizar la punción seca se usa una aguja parecida a la que usamos en acupuntura. Esta técnica, también conocida como «dry needling» se basa en localizar el punto causante de las molestias y pincharlo para provocar un efecto mecánico. Ese pinchazo no va acompañado de ninguna sustancia o medicamento, de ahí el nombre de punción seca.
Una vez localizado el punto el fisioterapeuta moverá la aguja alrededor de la zona afectada para encontrar reacciones. La profundidad del tratamiento dependerá cómo reaccione el paciente al tratamiento, siendo habitual que este sufra leves contracciones y calambres en la zona. Gracias a la aguja el fisioterapeuta puede alcanzar puntos que no podría alcanzar con los dedos.
Durante el tratamiento y hasta dos días después de este la persona tratada puede experimentar algo de dolor, aunque también sentirá cierta mejora de la afección originada por los puntos gatillo.
Qué efecto produce la punción seca en los músculos
La punción seca nos ayuda a destruir fibras musculares que se encuentren dañadas, ya que esta elimina aquellas sustancias que provocan dolor e inflamación mediante espasmos musculares.
Al mismo tiempo, la presión favorece el incremento de flujo sanguíneo y la oxigenación del músculo, de manera que el músculo se relaja y ayuda a la curación.