Lesión de Bankart: Síntomas, Causas y Tratamiento
La lesión de Bankart es un desgarro en el labrum glenoideo en la articulación del hombro. Esta afección es común en personas activas, especialmente en deportistas que practican deportes con contacto o de lanzamiento. Los síntomas incluyen dolor, inestabilidad y limitaciones en el movimiento del hombro. Es esencial un diagnóstico adecuado y temprano para implementar un tratamiento efectivo y evitar complicaciones a largo plazo.
¿Quieres conocer los síntomas, las causas y el tratamiento para la lesión de Bankart? En este artículo daremos todos los detalles sobre esta lesión así como las preguntas frecuentes relacionadas.
¿Qué es la Lesión de Bankart?
La lesión de Bankart se refiere a un desgarro del rodete glenoideo, una estructura fundamental que rodea la cavidad glenoidea de la escápula. Esta lesión es una afección que afecta a la articulación del hombro, comprometiendo su estabilidad y funcionalidad y generalmente ocurre como consecuencia de una luxación anterior del hombro, provocando inestabilidad en la articulación. Su aparición es común, sobre todo en deportistas, y puede dar lugar a dolores agudos y dificultades para realizar movimientos del brazo.
Características de la Lesión de Bankart
Entre las características más relevantes de esta lesión se encuentran:
- Inestabilidad del Hombro: La rotura del rodete glenoideo puede resultar en una sensación de que el hombro se sale de su lugar.
- Dificultad en el Movimiento: Los pacientes a menudo experimentan limitaciones en la movilidad, especialmente en movimientos de elevación y rotación.
- Dolor Intenso: Este se presenta durante actividades físicas que requieren el uso del brazo, lo que puede limitar el rendimiento deportivo y las actividades cotidianas.
- Posibilidad de Recurrencia: Una vez que se ha producido la lesión, el riesgo de futuras dislocaciones o lesiones en el hombro incrementa significativamente.
Causas de la Lesión de Bankart
Las causas de la lesión de Bankart son diversas y pueden relacionarse con la dinámica del ejercicio físico, además de las condiciones individuales de cada persona. A continuación, se exploran las causas comunes, los factores que contribuyen a la lesión y las actividades con mayor riesgo asociado.
Causas Comunes de la Lesión de Bankart
Entre las causas más frecuentes se encuentran:
- Traumatismos agudos: Golpes directos o caídas que afectan la articulación del hombro.
- Luxaciones anteriores: Desplazamientos hacia adelante que pueden desgarrar el labrum.
- Movimientos bruscos: Giros o elevaciones del brazo que pueden provocar un desgarro en el rodete glenoideo.
Factores que Contribuyen a la Lesión
Se pueden identificar varios factores que aumentan el riesgo de sufrir esta lesión:
- Debilidad muscular: Falta de fuerza en los músculos estabilizadores del hombro.
- Flexibilidad excesiva: Hombros hipermóviles que son más propensos a sufrir lesiones.
- Historial personal de lesiones: Antecedentes de luxaciones o lesiones en el hombro.
Deportes en los que se sufre la lesión de Bankart
Existen ciertas disciplinas deportivas y actividades que incrementan la posibilidad de sufrir una lesión de Bankart:
- Deportes de contacto: Actividades como el rugby, el fútbol o el hockey, donde es común sufrir golpes directos al hombro.
- Deportes de lanzamiento: Actividades como el baloncesto, el béisbol o la natación, que requieren movimientos repetitivos del brazo.
- Escalada y deportes extremos: Situaciones donde es probable caer en posturas que comprometen la estabilidad del hombro.
Relación con la luxación de hombro
La luxación de hombro se presenta cuando la cabeza del húmero se desplaza de la cavidad glenoidea. Este tipo de lesión está íntimamente relacionada con la lesión de Bankart, ya que un episodio de luxación puede resultar en un desgarro del labrum. La recurrencia de luxaciones puede intensificar el problema, incrementando la inestabilidad del hombro. La identificación temprana de estas lesiones es fundamental para prevenir complicaciones a largo plazo y mejorar el pronóstico funcional.
Tipos de lesión de Bankart
Las lesiones de Bankart se clasifican en diferentes tipos según la naturaleza del daño y las estructuras afectadas. Conocer estas variantes es fundamental para un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado.
Lesión de Bankart clásica
La lesión de Bankart clásica se caracteriza por un desgarro del labrum glenoideo en la zona antero-inferior. Este tipo de lesión es el más común y suele ocurrir tras una dislocación anterior del hombro. El desgarro altera la estabilidad de la articulación, lo que provoca una mayor susceptibilidad a dislocaciones recurrentes.
Por lo general, se presenta en jóvenes y en aquellos que practican deportes de contacto o actividades que implican movimientos extremos del brazo.
Lesión de Bankart ósea
La lesión de Bankart ósea implica no solo el desgarro del labrum, sino también una fractura en la cavidad glenoidea. Esta combinación de daños provoca una inestabilidad aún más acentuada en la articulación del hombro.
Dada la complejidad de este tipo de lesión, el tratamiento suele requerir un enfoque quirúrgico más agresivo. Las lesiones óseas pueden complicar significativamente el proceso de rehabilitación y alargar los tiempos de recuperación.
Lesiones relacionadas: ALPSA, HAGL, GLAD
Existen otras lesiones del hombro que, aunque no son específicamente lesiones de Bankart, están relacionadas y pueden coexistir:
Lesión ALPSA (Anterior Labral Periosteal Sleeve Avulsion)
Esta lesión implica un desgarro del labrum en el que el labrum permanece unido al periostio, lo que puede dar lugar a una inestabilidad significativa. Aunque el labrum no separa totalmente, la afectación de la estructura es importante.
Lesión HAGL (Humeral Avulsion of the Glenohumeral ligament)
En esta afección, el ligamento glenohumeral se separa de su inserción en el húmero, lo que contribuye a la inestabilidad del hombro. Suele asociarse con lesiones de Bankart y requiere atención específica.
Lesión GLAD (Glenoid Labral Articular Defect)
Este tipo se presenta como un déficit osteocondral en la estructura del labrum, que puede afectar la integridad de la articulación y también podría necesitar intervención quirúrgica para su tratamiento.
Síntomas de la lesión de Bankart
La identificación de los síntomas es esencial para abordar de manera adecuada esta afección ortopédica. Los síntomas pueden variar en intensidad y abarcar diferentes aspectos relacionados con el funcionamiento del hombro.
Dolor y limitación de movimiento
Uno de los síntomas más comunes es el dolor agudo en el hombro. Este dolor suele intensificarse con movimientos que implican levantar el brazo, rotar o realizar actividades que exigen el uso de la articulación del hombro. La limitación en el rango de movimiento puede provocar dificultad para realizar tareas cotidianas, como vestir o alcanzar objetos en estantes altos.
- Dolor que puede ser constante o intermitente.
- Rigidez al intentar mover el hombro.
- Dificultad en los movimientos de flexión, abducción y rotación externa.
Sensación de inestabilidad
La sensación de inestabilidad es otro síntoma vital. Los pacientes a menudo reportan una percepción de que su hombro podría salirse de su lugar durante ciertos movimientos, lo que puede generar ansiedad y limitar la actividad física. Esta inestabilidad puede ser especialmente preocupante durante actividades deportivas o al realizar movimientos bruscos.
Deformaciones y pérdida de fuerza
En algunos casos, puede presentarse deformación visible en la articulación del hombro. Esta deformación no solo es preocupante desde un punto de vista estético, sino que también puede ser un indicativo de daño interno significativo.
- Hinchazón en la zona afectada, que puede aparecer tras la lesión.
- Pérdida de fuerza en el brazo, que puede dificultar la realización de actividades que antes se llevaban a cabo con facilidad.
- Fatiga muscular al intentar realizar movimientos previos sin dificultad.
Reconocer estos síntomas y buscar atención médica adecuada es fundamental para gestionar la lesión de Bankart y evitar complicaciones futuras.
Diagnóstico de la lesión de Bankart
El diagnóstico adecuado es esencial para determinar la gravedad y el tratamiento de esta afección. Implica una combinación de evaluaciones iniciales, pruebas de imagen y análisis funcional.
Examen físico
El examen físico es el primer paso en el diagnóstico de la lesión de Bankart. Durante esta evaluación, el especialista realiza una serie de maniobras para valorar la movilidad del hombro. Se presta atención a:
- La presencia de dolor al mover el brazo.
- La capacidad de rotación y elevación del hombro.
- Signos de inestabilidad, donde puede parecer que el hombro se sale de su sitio.
Este análisis proporciona información valiosa sobre la funcionalidad del hombro y los síntomas asociados con la lesión.
Pruebas de imagen
Las pruebas de imagen son fundamentales para confirmar el diagnóstico y evaluar la extensión del daño. Se utilizan principalmente:
- Radiografías: Ayudan a descartar fracturas y a observar la posición de los huesos.
- Resonancias magnéticas (RM): Proporcionan imágenes detalladas del labrum y los tejidos circundantes, permitiendo identificar desgarramientos.
- Tomografía computarizada (TC): En algunos casos, esta técnica se utiliza para obtener información más precisa de las estructuras óseas y la articulación.
Estas pruebas permiten visualizar los daños que no se pueden identificar mediante un examen físico simple.
Evaluación funcional
La evaluación funcional implica observar cómo el paciente realiza actividades cotidianas y deportivas. Este análisis considera:
- Movimientos que causan dolor o incomodidad.
- La limitación en la realización de tareas diarias, como peinarse o levantar objetos.
- La capacidad para participar en actividades deportivas específicas y la percepción de inestabilidad durante estas.
Mediante esta evaluación, se puede determinar el impacto de la lesión en la vida diaria del paciente y guiar el plan de tratamiento más adecuado.
Tratamiento de la Lesión de Bankart
El tratamiento para esta afección puede variar en función de la gravedad de la lesión y las necesidades específicas de cada paciente. Se clasifica generalmente en enfoques conservadores o quirúrgicos, cada uno de los cuales tiene su propia metodología y objetivos.
Enfoque Conservador
El tratamiento conservador es frecuentemente recomendado para lesiones menos severas. Este enfoque se centra en la recuperación del hombro sin recurrir a la cirugía. Las acciones pueden incluir:
Fisioterapia y ejercicios
La fisioterapia es un componente esencial del tratamiento conservador. Seleccionar la clínica adecuada y especializada en fisioterapia deportiva y de este tipo de lesiones es fundamental para su recuperación. La calidad del servicio y la tecnología disponible son aspectos clave que pueden influir en la experiencia. En nuestra clínica de fisioterapia en Bilbao, Itxasari, diseñamos planes de rehabilitación y programas de ejercicios específicos. Algunos programas de fisioterapia incluyen:
- Movilizaciones pasivas al principio, para mantener la amplitud de movimiento sin activar el dolor.
- Ejercicios de fortalecimiento enfocados en los músculos estabilizadores del hombro, con el objetivo de recuperar la fuerza muscular.
- Técnicas manuales que buscan aliviar el dolor y mejorar la funcionalidad del hombro afectado.
- Uso de modalidades como la terapia manual oscilatoria y el vendaje neuromuscular para estabilizar la articulación durante las fases iniciales del tratamiento.
Tratamiento Quirúrgico
Cuando los tratamientos conservadores no son efectivos o la lesión es severa, se considera la cirugía. Este procedimiento tiene como objetivo reparar el labrum y restaurar la estabilidad del hombro.
Artroscopia
La artroscopia es un enfoque mínimamente invasivo que se utiliza comúnmente para tratar lesiones de Bankart. Durante la operación, se realizan incisiones pequeñas y se introduce un artroscopio para visualizar el área dañada. El cirujano puede limpiar el tejido dañado y suturar el labrum en su lugar original, utilizando anclajes o suturas especiales.
Procedimiento abierto
En algunos casos, puede ser necesario un procedimiento quirúrgico abierto, que permite una mejor visualización de las estructuras del hombro. Este tipo de intervención se utiliza, sobre todo, en lesiones más complejas que requieren acceso directo a la articulación para una reparación adecuada.
Rehabilitación y tiempos de recuperación de la Lesión de Bankart
La rehabilitación y fisioterapia juegan un papel fundamental en la recuperación después de una lesión de Bankart. Este proceso aborda la reducción del dolor, la mejora de la movilidad y el fortalecimiento de la articulación afectada, siendo esencial para una recuperación óptima.
Fase inicial
En esta fase, que abarca de 0 a 3 semanas después de la lesión o cirugía, el enfoque principal es la reducción del dolor y la inflamación. Se implementan diversas técnicas para lograr este objetivo, tales como:
- Movilizaciones pasivas para mantener la movilidad del hombro sin forzarlo.
- Técnicas de alivio del dolor, incluyendo crioterapia y ultrasonidos.
- Educación al paciente sobre el cuidado del hombro y la importancia del reposo.
Fase intermedia
Desde la semana 3 a la 6, la terapia se centra en recuperar la movilidad activa del hombro. Se inicia un programa de ejercicios de estabilización, el cual es crítico para fortalecer los músculos que sostienen la articulación. Las actividades incluyen:
- Ejercicios de movilidad activa para mejorar la amplitud de movimiento.
- Entrenamiento específico de los músculos del manguito rotador.
- Actividades que promueven la conciencia propioceptiva para prevenir futuras lesiones.
Fase avanzada
En esta fase, que va de las 6 a las 12 semanas, el enfoque se traslada al fortalecimiento activo. Esto es esencial para recuperar la funcionalidad completa del hombro y prepararlo para actividades más exigentes. Las intervenciones en esta etapa incluyen:
- Ejercicios de resistencia que incrementan la fuerza muscular y la estabilidad.
- Actividades específicas para mejorar la técnica y la confianza en el uso del hombro.
- Entrenamiento progresivo para la reintegración en actividades deportivas.
Regreso a la actividad
Una vez transcurridos 3 meses, el paciente puede comenzar a realizar ejercicios de impacto progresivo. Las actividades deportivas de alto impacto pueden ser consideradas a partir de los 9 a 12 meses post-cirugía, dependiendo del progreso individual y la recuperación muscular.
Prevención y Cuidado del Hombro
La prevención y el cuidado del hombro son esenciales para minimizar el riesgo de lesiones y mantener la funcionalidad de esta articulación. A continuación se presentan diversas estrategias y consideraciones para proteger adecuadamente el hombro.
Estrategias de Prevención
Implementar estrategias efectivas puede ayudar a prevenir lesiones. Algunas de estas incluyen:
- Flexibilidad y Fuerza: Mantener una buena flexibilidad y fortaleza muscular en el hombro es crucial. Se deben realizar ejercicios específicos que fortalezcan el manguito rotador.
- Calentamiento Efectivo: Un calentamiento correcto antes de realizar actividad física ayuda a preparar los músculos y ligamentos. Esto reduce la posibilidad de lesiones durante el ejercicio.
- Técnica Adecuada: Aprender y aplicar técnicas correctas en deportes y actividades físicas minimiza el riesgo de traumatismos. La educación en la práctica es fundamental.
Importancia del Entrenamiento Adecuado
El entrenamiento adecuado es un pilar fundamental en la prevención de lesiones en el hombro. Un programa bien diseñado debe contemplar:
- Entrenamiento Funcional: Incluir ejercicios que imiten los movimientos realizados en la práctica deportiva favorece la adaptación del cuerpo a situaciones de estrés.
- Fortalecimiento Progresivo: Aumentar gradualmente la carga y la intensidad de los ejercicios fortalece el hombro sin sobrecargarlo, lo que previene lesiones.
- Auditoría Regular: Realizar revisiones periódicas del programa de entrenamiento para ajustarlo según necesidades y condiciones individuales permite un enfoque personalizado.
Equipamiento Protector
El uso de equipamiento protector es vital, especialmente en deportes de contacto. Algunas recomendaciones son:
- Protectores de Hombro: Utilizar protectores diseñados específicamente para el hombro puede ayudar a absorber impactos y prevenir lesiones.
- Ropa Adecuada: Vestir con ropa apropiada que permita el movimiento, sin restringir la movilidad del hombro, es fundamental para evitar tensiones innecesarias.
- Calzado Apropiado: Usar calzado adecuado para el deporte influye en la estabilidad general del cuerpo, lo que a su vez ayuda a prevenir caídas o lesiones que afecten el hombro.
Visitas de seguimiento médico
Las visitas de seguimiento médico son un aspecto vital en el proceso de recuperación. Estas citas permiten a los profesionales evaluar el progreso, ajustar el tratamiento si es necesario y detectar posibles complicaciones a tiempo. En estas consultas se pueden realizar:
- Evaluaciones físicas para comprobar la movilidad y estabilidad del hombro.
- Revisión de posibles síntomas relacionados con la recuperación.
- Ajustes en el programa de ejercicios y recomendaciones personalizadas.
Mantener un seguimiento regular asegura una recuperación continua y efectiva, ofreciendo apoyo médico en cada etapa del proceso.
Preguntas frecuentes sobre la Lesión de Bankart en el hombro
En esta sección se abordarán las preguntas más comunes sobre la lesión de Bankart, destacando aspectos relevantes que pueden surgir en el proceso de diagnóstico, tratamiento y recuperación.
Las lesiones de Bankart y Hill-Sachs son dos afecciones comunes relacionadas con la dislocación del hombro, pero tienen características distintas. Mientras que la lesión de Bankart implica un desgarro del labrum glenoideo que compromete la estabilidad del hombro, la lesión de Hill-Sachs se refiere a un defecto en la cabeza del húmero debido al contacto con el borde glenoideo cuando el hombro se disloca. Esto significa que, aunque ambas lesiones pueden ocurrir simultáneamente, afectan diferentes estructuras anatómicas y pueden tener implicaciones distintas en el tratamiento y la rehabilitación.
El tiempo de recuperación de una lesión de Bankart varía considerablemente, en función de la gravedad de la lesión y el tratamiento realizado. En general:
- Los pacientes que optan por tratamientos conservadores, como reposo e fisioterapia, suelen experimentar una mejoría en un período de 6 a 12 semanas.
- En los casos que requieren intervención quirúrgica, la recuperación puede alargarse hasta varios meses, dependiendo de la técnica utilizada y la respuesta individual del paciente.
Es importante tener en cuenta que la rehabilitación post-tratamiento es un componente crucial en el proceso de sanación, que influye directamente en el tiempo total de recuperación.
El retorno a las actividades deportivas tras una lesión de Bankart debe ser un proceso gradual y cuidadoso. Generalmente, se establece que:
- Los deportistas que se someten a un tratamiento conservador pueden regresar a su actividad en un lapso de 3 a 6 meses.
- Los que han pasado por cirugía, especialmente artroscopia, deben esperar entre 9 y 12 meses antes de reanudar deportes de contacto o actividades que exijan un gran esfuerzo del hombro.
La evaluación continua con profesionales de la salud es fundamental para asegurar un regreso seguro y efectivo a las actividades, minimizando el riesgo de futuras lesiones.
No dudes en contactarnos para consultar cualquier duda sobre la lesión de Bankart, sus síntomas, causas y tratamiento recomendado o programar una cita.
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