Qué es y cómo corregir la Anteversión pélvica: Causas, síntomas y tratamiento
La anteversión pélvica es la inclinación hacia adelante de la pelvis. Este posicionamiento puede afectar la alineación de la columna lumbar y provocar diversos síntomas relacionados con el dolor y el desbalance muscular. El artículo explorará en profundidad la anatomía de la pelvis, las causas de la anteversión pélvica y sus síntomas asociados especialmente en mujeres. También se abordarán estrategias para su diagnóstico y cómo corregir la anteversión pélvica con un tratamiento eficaz.

¿Qué es la anteversión pélvica?
La anteversión pélvica es un fenómeno biomecánico que implica cambios en la posición de la pelvis. A continuación se describen los elementos anatómicos y los mecanismos implicados en esta condición.
Anatomía de la pelvis
La pelvis es una estructura ósea clave en el cuerpo humano, compuesta por el sacro, el cóccix y los huesos coxales. Su función principal es actuar como base para la columna vertebral y como punto de anclaje para los miembros inferiores. La pelvis permite una amplia gama de movimientos, facilitando actividades esenciales como caminar y agacharse.
Mecanismos de la anteversión pélvica
La anteversión pélvica se genera principalmente por la acción de ciertos músculos que afectan la alineación pélvica. Este proceso puede incluir:
- Contracción de los flexores de la cadera, como el psoas ilíaco.
- Deslizamiento de la espina ilíaca hacia adelante.
- Aumento en la curvatura de la columna lumbar, creando una lordosis lumbar acentuada.
Estos cambios posturales pueden ser influenciados por diversos factores, como debilidades musculares en la región abdominal y en los glúteos, así como hábitos de vida sedentarios. Un equilibrio inadecuado en la musculatura pélvica puede contribuir a la aparición de esta condición, generando un efecto en cadena que afecta la biomecánica del cuerpo en su conjunto.
Diferencias entre anteversión y retroversión pélvica
La anteversión y la retroversión pélvica son dos movimientos opuestos de la pelvis. Mientras que la anteversión implica una inclinación hacia adelante, la retroversión se caracteriza por una inclinación hacia atrás. Estos movimientos afectan la posición de la pelvis y, en consecuencia, la curvatura de la columna vertebral. Las consecuencias de cada posición pueden influir en la función muscular y la salud general del individuo.
Causas de la anteversión pélvica
Las causas que pueden contribuir a la anteversión pélvica son diversas. Estos factores pueden agruparse en diferentes categorías que afectan la biomecánica y musculatura de la pelvis.
Sedentarismo y estilo de vida
El sedentarismo es uno de los principales factores que inciden en la aparición de la anteversión pélvica. Pasar largas horas sentado puede provocar un debilitamiento de los músculos abdominales y glúteos. Esta debilidad muscular, a su vez, permite que los músculos flexores de la cadera, como el psoas ilíaco, permanezcan en tensión constante, alterando la inclinación pélvica. Por ello, mantener un estilo de vida activo es esencial para prevenir problemas posturales.
Debilidad muscular y otros problemas estructurales
La falta de fuerza en los músculos responsables de la retroversión pélvica, como los isquiotibiales, puede llevar a una estabilidad inadecuada de la pelvis. Esto resulta en una inclinación hacia adelante que se mantiene en el tiempo. Además, condiciones estructurales como la retroversión acetabular pueden influir igualmente en la postura, exacerbando el desequilibrio muscular.
Actividades y hábitos que influyen
Los hábitos cotidianos y ciertas actividades pueden impactar negativamente en la postura. Las prácticas repetitivas que implican flexión de cadera, como ciertos deportes o trabajos que exigen movimientos específicos, pueden alterar el balance muscular y contribuir a la anteversión pélvica. Asimismo, llevar calzado inadecuado o realizar movimientos sin calor previo puede también incrementar el riesgo de desarrollar esta condición.
Síntomas asociados
La anteversión pélvica puede desencadenar una serie de síntomas que afectan la calidad de vida de quienes la padecen. Estos síntomas pueden variar desde el dolor local hasta desbalances musculares que incitan a otros problemas de salud.
Dolor lumbar y lordosis lumbar
Uno de los síntomas más comunes es el dolor lumbar. La inclinación anterior de la pelvis tiende a aumentar la curvatura de la columna lumbar, conocida como lordosis lumbar. Esto puede provocar:
- Tensión en los músculos de la espalda baja.
- Desajustes en la alineación vertebral.
- Contribución al desarrollo de dolor crónico en la zona lumbar.
Desbalance muscular y su impacto
La posición antevertida de la pelvis genera un desbalance en la musculatura circundante. Esta alteración se presenta de la siguiente forma:
- Los músculos flexores de la cadera tienden a acortarse y tensarse.
- Los extensores y los músculos abdominales suelen debilitarse.
- Este desbalance puede hacer que la persona compense de forma inadecuada, lo que a su vez aumenta el riesgo de lesiones.
Impacto en el movimiento y riesgo de lesión
La alteración en la alineación pélvica influye notablemente en la mecánica del movimiento. Esto puede provocar dificultades en la coordinación y en la ejecución de actividades físicas. Las siguientes son algunas de las implicaciones en el movimiento:
- Limitaciones en la amplitud de movimientoarticular.
- Dificultades para realizar ciertos deportes o ejercicios.
- Aumento en el riesgo de lesiones deportivas y caídas.
Afectaciones específicas en mujeres
En el caso de las mujeres, la anteversión pélvica puede generar consideraciones adicionales. La estructura anatómica femoral y pélvica femenina se ve afectada de maneras específicas, lo que puede resultar en:
- Dificultades en el embarazo, incluyendo molestias pélvicas.
- Alteraciones menstruales debido a tensión en la zona lumbar.
- Aumento de la disfunción en el suelo pélvico, que puede influir en la calidad de vida.
Diagnóstico y evaluación
El diagnóstico de la anteversión pélvica se centra en la evaluación de la postura y el funcionamiento de la pelvis. Este proceso requiere una combinación de técnicas clínicas y herramientas diagnósticas para un análisis completo.
Pruebas clínicas y posturales
Las pruebas clínicas son fundamentales para identificar la inclinación pelvica. La observación postural es el primer paso, permitiendo valorar la alineación de la pelvis y la columna. Se pueden realizar diversas pruebas de movilidad para evaluar la flexibilidad y la fuerza de los músculos implicados. Estas evaluaciones pueden incluir:
- Pruebas de inclinación pélvica.
- Evaluación de la lordosis lumbar.
- Valoración de la simetría en el movimiento.
Uso de inclinómetros e imágenes diagnósticas
Para obtener una medición precisa de la inclinación pélvica, se utilizan inclinómetros. Estos dispositivos permiten cuantificar la posición de la pelvis en diferentes actividades y posturas.
En casos que requieren un análisis más profundo, se pueden emplear imágenes diagnósticas. Las técnicas más comunes incluyen:
- Radiografías para evaluar estructuras óseas.
- Resonancias magnéticas para analizar tejidos blandos y posibles alteraciones.
Este enfoque integral permite a los profesionales de la salud establecer un diagnóstico claro y desarrollar un plan de tratamiento efectivo y personalizado.
Tratamientos de anteversión pélvica
La corrección de la anteversión pélvica implica implementar ejercicios específicos, así como intervenciones adecuadas que faciliten la alineación y el equilibrio corporal. Estas estrategias se enfocan en fortalecer grupos musculares esenciales y estirar aquellos que se encuentran tensos.
Ejercicios para los glúteos y abdominales
Es fundamental incluir ejercicios que fortalezcan la musculatura abdominal y de los glúteos. Estas son algunas recomendaciones:
- Puentes: Ayudan a fortalecer los glúteos, además de estabilizar la pelvis.
- Plancha abdominal: Contribuye al desarrollo del core, proporcionando estabilidad.
- Elevaciones de cadera: Fortalecen tanto los glúteos como los isquiotibiales.
Estiramientos de flexores de cadera
El estiramiento de los flexores de la cadera es esencial para aliviar la tensión acumulada en esta zona. Se recomienda lo siguiente:
- Estiramientos del psoas: Importante para liberar tensión en los músculos flexores.
- Estiramientos de isquiotibiales: Comparte el equilibrio y reduce la tensión en la parte posterior de los muslos.
Tratamientos de fisioterapia
Las terapias manuales, realizadas por especialistas, pueden ser muy efectivas para corregir desalineaciones. Estas técnicas incluyen movilizaciones suaves que buscan mejorar la funcionalidad de la pelvis y liberan tensiones acumuladas en los músculos y tejidos conectivos.
Contar con una clínica profesional de fisioterapia como Itxasari, especializada en fisioterapia del suelo pélvico, es clave para abordar la anteversión pélvica. Un fisioterapeuta puede personalizar programas de ejercicios basados en la evaluación individual del paciente. La movilización y técnicas específicas de tratamiento pueden facilitar la recuperación del equilibrio muscular y mejorar la función pélvica.
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